Acerca de las terribles epidemias que azotaron el pueblo de El Peñol en el siglo XIX
El Museo Histórico de El Peñol conserva en sus colecciones este óleo sobre lienzo, de autor anónimo, que ilustra a San Roque «Patrono contra las pestes». Esta obra fue mandada a pintar por el párroco de entonces Juan María de Hoyos, para conjurar un terrible epidemia de tuberculosis que llegó a diezmar la población en un 50% en el año de 1837. El sacerdote difundió la devoción a este santo y afortunadamente la peste pasó. Esta obra estuvo en muy malas condiciones y fue restaurada, gracias a los servicios del Museo de Antioquia. Hoy es testimonio de aquella desgracia.
Posteriormente vino en 1840 una epidemia de viruela, que llegó a todos los hogares. Fueron tantos los muertos que el cementerio se llenó y el párroco tuvo que adquirir el lote contiguo para ampliarlo. LLegó incluso a autorizarse el entierro de los cadáveres en las mismas fincas, envolviéndolos en cueros después de regarles agua bendita.
Los archivos históricos relatan además la epidemia de Tifo y la de Desentería en 1886. Esta última acabó con gran parte de la población infantil y fue cuando muchas familias optaron por irse a vivir a las áreas rurales huyendo de la peste.
Mucho después, en 1918 llegó la epidemia de Gripa Bogotana. En El Peñol se presentó con una sintomatología tan alarmante, que se volvió neumonía, lo que hizo que muriera gran parte de la población.
Es de anotar, que según los mismos archivos, eran épocas donde no existían los hospitales locales, no habían ni médicos, ni medicamentos y mucho menos controles higiénicos.