Rocas metamórficas
Se llaman rocas metamórficas, a las formadas a presiones elevadas (aproximadamente 1.500 bar), temperaturas (150-200 oC), temperaturas muy bajas o a un fluido activo; produciendo cambios en la composición de la roca. Son producidas a partir de la evolución de otras rocas, cuando quedan sometidas a un ambiente, energéticamente, muy distinto al de su formación.
Temperatura y presión. Cuanto mayor sea la profundidad a la que esté enterrada una roca, más calor y mayor temperatura soportará. Con cada kilómetro de profundidad la temperatura aumenta unos 25 oC y la presión, unas 250 atmósferas. El aumento de la temperatura y de la presión puede transformar las rocas en dos aspectos: pueden cambiar el conjunto de los minerales presentes en la roca preexistente (paragénesis) y formar un conjunto nuevo, y también pueden cambiar el tamaño, la forma y la disposición de los cristales en la roca. Ambos procesos pueden causar la destrucción de los cristales preexistentes y generar cristales nuevos por recristalización. El metamorfismo tiene lugar con temperaturas de 250 a 800 oC; con temperaturas superiores a 650 oC, las rocas se pueden fundir para formar magma y una roca “mixta” denominada migmatita.
Al precursor de una roca metamórfica, se le llama protolito. Proceden, indistintamente, de las transformaciones de rocas ígneas, sedimentarias u otras metamórficas. Los pasos para que se conviertan en metamórficas, se denominan metamorfismo. Se trata de un proceso lento. A medida que estas rocas, son sometidas a las condiciones descritas, de sus composiciones existentes, surgen gradualmente minerales nuevos, que cristalizan para formar la roca nueva.
Las rocas metamórficas abundan en zonas profundas de la corteza, por encima del zócalo magmático. Tienden a distribuirse en zonas, clasificadas por el grado de metamorfismo alcanzado, según la influencia del factor implicado.
Por ejemplo, cuando la causa es el calor liberado por una bolsa de magma, las rocas forman una aureola, con zonas concéntricas alrededor del manto magmático. Muchas rocas metamórficas, muestran los efectos de presiones dirigidas, que hacen evolucionar los minerales a otros laminares, adquiriendo aspecto hojoso.
Ejemplos de rocas metamórficas son: pizarras, mármoles, cuarcitas.