sobre la trascendencia de nuestro patrimonio cultural
El patrimonio cultural es el legado cultural que se recibe del pasado, se vive en el presente y se transmite a las generaciones futuras. La UNESCO (1972) establece que ciertos lugares de la Tierra tienen un valor universal excepcional, pertenecen al patrimonio común de la humanidad, como la selva de Serengueti en África Oriental, las pirámides de Egipto, la Gran Barrera de Coral en Australia y las catedrales barrocas de América Latina.
Sin embargo, el patrimonio cultural no se limita a monumentos y colecciones de objetos. Comprende también expresiones vivas, heredadas de nuestros antepasados como: tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos; prácticas relativos a la naturaleza y el universo, saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional. Pese a su fragilidad, el patrimonio cultural inmaterial o patrimonio vivo; es un factor fundamental en el conocimiento y conservación de la diversidad cultural.
Para la UNESCO, la noción de patrimonio es importante para la cultura y el futuro, porque: constituye el potencial cultural de las sociedades contemporáneas, contribuye a la revalorización continua de las culturas y de las identidades, es un vehículo importante para la transmisión de experiencias, aptitudes y conocimientos entre las generaciones. El patrimonio es fuente de inspiración para la creatividad y la innovación, generando productos culturales contemporáneos y futuros.
El patrimonio cultural encierra el potencial de promover el acceso a la diversidad cultural y su disfrute. Puede también enriquecer el capital social; conformando un sentido de pertenencia, individual y colectivo que ayuda a mantener la cohesión social y territorial. En los últimos tiempos, el patrimonio cultural está adquiriendo una gran importancia económica, para el sector turismo en muchos países; ocasionando con ello, retos nuevos para su conservación e integración en las dinámicas sociales.
Una estudiosa plantea el patrimonio cultural, como una relación sistémica y multidisciplinaria; teniendo presente las diferentes ciencias y disciplinas, para estudiarlo e investigarlo científicamente: definir, declarar, preservarlo e intervenirlo en caso necesario.
Se hace necesario anotar que una intervención en el patrimonio, siempre es una agresión a su autenticidad; por lo que es necesario preservarlo sin agredirlo. La conservación del patrimonio constantemente debe proyectarse con una visión de desarrollo sustentable; teniendo en cuenta el beneficio económico y social de la comunidad.
La comunidad y la significación de los bienes con sus valores culturales, le adjudica el carácter de patrimonio cultural. Otras disciplinas que son necesarias aplicarlas para recuperarlo o restaurarlo, le reafirman el carácter sistémico; contribuyendo de manera multidisciplinaria a la valoración de los diversos bienes.
Desde esta dimensión, el patrimonio cultural debe ser, en primer lugar conservado, preservado y luego si es necesario intervenirlo; con criterios interdisciplinarios para mantener sus valores culturales, cumpliendo los objetivos de estudio e investigación de la conservación patrimonial, como disciplina científica.
Por: Luis Alfonso Montes Velásquez.