Somos un voluntariado cívico con mucha vida
Un voluntario es un ciudadano que una vez cumplidos sus deberes de estado (estudios, familia, profesión) y civiles (vida administrativa o política); se pone a disposición desinteresada de la comunidad promoviendo la solidaridad. En Colombia se reconoce el papel del voluntario y se promueve la participación del mismo, logrando consolidar el Sistema Nacional de Voluntariado desde la Ley 720 del 2001 y su Decreto Reglamentario 4290 de 2005, regulando la acción voluntaria.
La Fundación Amigos del Museo de El Peñol está constituida bajo la forma de un voluntariado cívico y cultural, que desarrolla sus objetivos bajo estos principios, para garantizar el funcionamiento del Museo Histórico. La acción voluntaria adquiere no solo características de bondad y caridad, sino también de solidaridad entorno a la valoración y difusión del patrimonio cultural y natural.
La participación de la sociedad civil, en la búsqueda de una transformación social, recorre un camino en cada persona. Está compuesta por la motivación, la intención, la acción y la memoria. Ello invita a indagar sobre la naturaleza del ser, como persona y como parte de una sociedad. En la historia, la acción voluntaria se ha evidenciado, desde la ayuda mutua en las primeras sociedades, hasta las formas de activismo popular más contemporáneas.
Antes de aparecer el concepto de voluntario, los pueblos indígenas tenían palabras para describir su trabajo colectivo, por la búsqueda de soluciones, ante los intereses y las necesidades de sus comunidades. En Bolivia lo nombraban yanapacu; en Perú se usaba la palabra ayni; en México y Guatemala usan la palabra tékio; en Ecuador y Colombia, es conocido como mingas o minkas. En los periodos de la conquista y la colonia, la acción solidaria se centró en las misiones religiosas; posicionando a la iglesia católica, como la primera institución formal de voluntariado.
Los cambios que experimentaron las sociedades indígenas y españolas, asentadas en Colombia, dejaron como secuela un desorden demográfico, reflejado en la pobreza, donde la iglesia y las élites sociales, asumieron un papel de ayuda a los necesitados; bajo el principio de la caridad, con prácticas de asistencia social. En Colombia, el periodo entre 1860-1930, fue de gran importancia; pasó de la asistencia que los religiosos daban a los más necesitados, a buscar mejorar la vida de las personas en situación de vulnerabilidad. En este periodo se transformó la idea de la caridad y la filantropía, por la de la acción social. Una de las primeras instituciones que evidencia un proceso de este tipo fue la Sociedad de San Vicente de Paúl.