En los museos la historia cobra vida
Por decisiones humanas, a veces con carácter intelectual, los objetos son retirados en cierta manera de su vida de uso, lo cual a su vez paradójicamente retrasa su muerte física con el fin se musealizarlos y convertirlos en testigos de una memoria individual o colectiva por poseer un carácter de referencia, adquiriendo la cualidad de: “musealidad”. Así las cosas, se realiza entonces el montaje de exposiciones como representaciones visuales de hechos ausentes, mediante objetos musealizados como signos.